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jueves, 4 de febrero de 2010

NUESTRA PRACTICA DOCENTE

“La calidad no cuesta, pero no es gratis”
Phillip Crosby


NUESTRA PRACTICA DOCENTE. ¿ Qué es lo realmente importante ?

Por: Emma Aragón Acevedo

Considerando los desafíos que demandan estos nuevos tiempos es necesario reorientar y renovar nuestra actividad profesional, con nuevos enfoques dirigidos a hacerle frente a esta nueva era; vivimos un proceso de transformación permanente, debemos definir y delimitar nuestras expectativas, no podemos perdernos en esta inmensidad de demandas que nos reclama la búsqueda de “un ideal " .

Es indispensable analizar, reflexionar y definir ¿qué es lo realmente importante de nuestra práctica docente? Una tarea nada fácil de consensar ya que cada uno de nosotros vivimos realidades distintas; sin embargo los objetivos generales de la educación se definen en base a expectativas generales que no siempre cumplen con las expectativas de un espacio o un tiempo determinado, es necesario rescatar nuestros objetivos específicos, del aquí y del ahora visualizar “nuestro rumbo”, definir “nuestro ideal” .

Tenti (2002) Señala que la escuela es una institución mucho más compleja y multifuncional que una empresa productora de automóviles y cada vez se espera más de la escuela y los maestros. Por otra parte menciona que no todos los miembros de la sociedad tienen las mismas expectativas acerca de lo que esperan de las instituciones educativas y señala la lista interminable de competencias que el “nuevo docente” debe reunir, lo cual considera imposible de llevar a cabo en la práctica.

Definitivamente los nuevos tiempos demandan “nuevos maestros” y es necesario detenerse a reflexionar acerca del rumbo que tomará nuestra práctica; analizar lo que significa ser maestro, cada uno de nosotros tiene su propia concepción de acuerdo a sus experiencias, la cultura y nuestra formación; Es necesario definir la función y la finalidad de la educación, nuestro papel como docentes, así como las competencias indispensables que se requieren para llevar a cabo nuestra práctica, buscando siempre una mejor calidad educativa.


El papel del docente
La docencia, según el diccionario de la Real Academia ( 2001)” es la práctica y el ejercicio del docente. Docente es el que enseña, el que indica, instruye y transmite conocimientos; pero la docencia no es solo transmisión de conocimientos, sino sobre todo es el facilitar a los alumnos el aprendizaje, motivar y provocar que el alumno aprenda a aprender.

La función del maestro es promover el aprendizaje; sin embargo la docencia implica responsabilidades, deberes y obligaciones que no se limitan a la enseñanza y he ahí el dilema. La realidad es más compleja de lo que parece pues existen diferentes concepciones de lo que los maestros deben o no deben hacer, existen muchos escritos con serias discusiones éticas y filosóficas acerca de lo que se debe y no se debe hacer, pero a la hora de la práctica es la base moral quien define el rumbo de las decisiones. No hay especificaciones.

La docencia es una actividad compleja que combina diferentes características según la perspectiva de quien lo defina o lo ejerza, desgraciadamente para muchos es solo un oficio que puede reducirse en principio a una serie de procedimientos preespecificables que pueden ser adquiridos a través de un programa sistemático de formación de la conducta; sin duda alguna la docencia es una profesión pues requiere de una formación académica que dote a los docentes de los recursos deliberativos para adquirir un criterio independiente o autónomo, necesario en circunstancias moralmente complejas donde bien puede no existir una norma establecida. Los requisitos generales de una profesión exigen que la práctica profesional tenga una parte moral, una teórica y otra técnica; sin embargo considero que no basta ser profesionista, sino más bien se requiere de profesionales que se preocupen por realizar bien su trabajo.
Por otra parte la docencia junto con la medicina y el sacerdocio han sido consideradas como vocación, ya que el concepto de vocación exige una disposición y entrega total, aceptar un compromiso con los valores y virtudes de un cierto tipo de vida para ejemplificar esas virtudes y esos valores en su propia persona, porque el aprendizaje más que con palabras se aprende con el ejemplo.

Ser maestro es una enorme responsabilidad, pero lo realmente importante de nuestra práctica tiene que ver con la actitud, la disposición y el compromiso para buscar mejorar; es necesario autoevaluarse, investigar y analizar acerca de nuestro quehacer en el aula, prepararnos para solventar las necesidades educativas de nuestros alumnos


La educación su función y su finalidad

“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que no están aún maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño determinado número de estados físicos, intelectuales y morales que reclaman de él, por un lado la sociedad, y por otro, el medio especial al que esta particularmente destinado” Durkheim, citado por Ibarrolla (1988)

La educación es el vehículo que realiza la transmisión de la experiencia social. Es el medio por el cual la colectividad transfiere directamente al individuo sus maneras de pensar, de sentir y de obrar. Su obra es la reconstrucción permanente de la experiencia colectiva. Su función es hacer adquirir al individuo la herencia social, formada especialmente de tradiciones, ideas.

Cada grupo social tiene ciertas ideas, sentimientos, prácticas, costumbres y valores que pretende inculcar en los individuos. Cuando nacemos solo somos un “ser individual” , nos preocupamos solo por nosotros mismos, por nuestra vida personal, somos egoístas e individualistas; poco a poco la sociedad nos va moldeando de tal forma que llegamos a tener otro ser, el “ser social” capaz de llevar una vida moral similar a la del resto de la sociedad; este ser es el que nos saca de nosotros mismos, nos enseña a dominar nuestros instintos y pasiones, nos impone normas y nos lleva a realizar acciones no solo en beneficio de nosotros mismos , sino de la sociedad de la cual formamos parte.

“La sociedad moldea a los individuos de acuerdo a sus necesidades, esto explica el porque los fines de la educación se modifican en el tiempo y en el espacio; las necesidades de cada época, de cada pueblo o sistema han sido distintas, se han ido modificando y por ente su educación también es diferente. La sociedad impone el tipo de individuo que quiere formar, esto parecería una tiranía; sin embargo los sujetos están de acuerdo con esa sumisión, pues forman parte de esa sociedad, y son ellos mismos en colectivo quienes definen el rumbo de esa formación” Durkheim, citado por Ibarrola (1988)


Históricamente la educación ha desempeñado un papel determinante en el desarrollo de la sociedad, ya que su influencia determina la relación existente entre el individuo y su entorno, su función ha sido la búsqueda de soluciones a problemas existentes, la explicación de los fenómenos que ocurren a nuestro alrededor, pero sobre todo una búsqueda permanente de mejoras personales y sociales.
La educación implica una formación integral del individuo, dotarlo de conocimientos, herramientas, habilidades y actitudes que le permitan desenvolverse de manera armónica en el medio que se desarrolla. La formación de individuos automáticamente implica la formación de sociedades, ya que son los individuos quienes la conforman.

Sacristán (2001) agrupa las finalidades de la educación en cuatro rubros generales: Como instrumento de difusión, reproducción e innovación del conocimiento y la cultura; Como instrumento para asentar un modo de vida en la sociedad, la educación como forma de insertar a los sujetos en el mundo que lo rodea y la educación como cultivo para el desarrollo, bienestar y felicidad de los sujetos.
Para cubrir siempre estas finalidades generales se plantean esquemas de trabajo, se proyecta hacia donde se quiere llegar de acuerdo a las expectativas en un determinado momento y situación; sin embargo las expectativas generales no cubren realidades totales, porque la realidad es subjetiva. Cada uno de nosotros la conformamos de acuerdo a nuestra experiencia, a la cultura y época a la que pertenecemos, a nuestros intereses, necesidades y deseos. En educación es difícil llegar hacia donde queremos llegar, ya que conforme vamos avanzando las expectativas van cambiando, es por ello que no debemos perder de vista nuestros objetivos, y debemos estarlos actualizando para no perdernos en este mundo tan cambiante; sin embargo en esta “estandarización” es necesario rescatar la individualidad, su independencia y autonomía que le permiten desarrollar mejor sus capacidades.


Profesionalización Vs Intensificación
En la búsqueda de la calidad educativa y la necesidad de una creciente profesionalización del maestro (muchas veces mal encausada) se ha llegado a la intensificación. Cada vez más, los maestros nos quejamos de la gran cantidad de actividades que tenemos que desarrollar para estar al día y a la vanguardia ya que vivimos en un mundo en constante cambio, nuestra realidad es distinta, las necesidades son otras, la problemática cambia y esto no es ajeno en el plano educativo; no podemos evitar el cambio, pero si nos debemos adaptar a él, es una necesidad. Es posible que muchas actividades “extras” las realicemos por compromiso propio, por convicción de que son necesarias para mejorar nuestro servicio; sin embargo cuantas veces dejamos de hacer lo realmente necesario por lo urgente, quizás no tan necesario para el alumno, pero sí para el cumplimiento de la burocratización de nuestra actividad. Desde el punto de vista de Hargreaves( 2005), la teoría de la intensificación se deriva de las teorías generales del proceso del trabajo y pone de manifiesto las tendencias principales hacia el deterioro y la desprofesionalización del trabajo de los docentes. Según esta concepción, su trabajo esta cayendo cada vez más en la rutina, pareciéndose más al que realizan los operarios manuales y menos al de los profesionales autónomos, a quienes se confía el ejercicio del poder y la pericia del juicio con libertad de criterio en el aula.

“ Los programas preescritos, la curricula impuesta y los métodos de instrucción paso a paso controlan cada vez más a los profesores. Más aún su trabajo se intensifica, pues provoca una sobrecarga crónica y persistente reduciendo el tiempo para reformar las propias destrezas y para mantenerse al día en el campo propio, lo cual repercute directamente en la reducción de la calidad del servicio.”Hargreaves(2005).
La intensificación afecta el proceso educativo ya que con sobrecargas de tareas administrativas pareciera que lo que más importa es la rendición de cuentas y no la educación de nuestros alumnos, nos preocupamos tanto por las evaluaciones institucionales que nos olvidamos muchas veces de las necesidades reales de aprendizaje de los muchachos.
Lo realmente importante es estar conciente de que nuestra formación es permanente, la profesionalización es necesaria; sin embargo si no definimos objetivos y priorizamos podemos perdernos, logrando solo intensificación.


En busca de la calidad educativa

“ Quienes nos dedicamos a la educación y pasamos la mayor parte del tiempo frente al grupo, tenemos muy claro que pueden lograrse muchas mejoras en los niveles de aprendizaje y motivación de los alumnos, las cuales nos hacen imaginar como podría ser el proceso educativo casi perfecto. Todos tenemos anécdotas formidables de acciones significativas; hemos conocido colegas cuyas prácticas frente al grupo nos dejan sorprendidos por la sencillez y la eficacia con que logran la comunicación y la didáctica; sin embargo indicadores internacionales y nacionales de eficacia educativa muestran un deterioro sostenido en América Latina en lo general”. UNESCO.ONU ( 1996)

Coombs (1996) establece que “ la crisis educativa mundial es, en esencia una crisis de creciente desadaptación entre los sistemas educativos heredados y el mundo rápidamente cambiante de nuestro alrededor”

Aún que nuestros sistemas educativos evolucionen y se reformen periódicamente, no logran solventar plenamente las necesidades educativas de la sociedad. Utópicamente se define “un ideal” y se va en su busca; sin embargo las situaciones y las expectativas cambian de manera permanente, pareciera que nunca lo podremos alcanzar, pero no por ello dejaremos de caminar hacia esa visión.

Es necesario visualizar, pero una visión sin acción no tiene relevancia, cuantas veces nuestra visión se queda solo plasmada en un papel, sin llegar a materializarse. Nuestra misión es hacer que las cosas sucedan para lograr esa visión, no podemos esperar a que las cosas sucedan por sí solas.

En nuestros entornos educativos existen múltiples deficiencias; sin embargo enmascaramos la falacia en la falta de recursos, en la ineficiencia de nuestro sistema educativo, en la falta de apoyo de los padres de familia, en la apatía de nuestros alumnos etc. etc. Podemos esperar a que se den las condiciones propicias para desarrollar mejor nuestra práctica o bien accionar e ir en busca de mejoras para lograr mayor calidad en nuestro servicio.

“Existe una tesis que sostiene que el profesor tiene el poder de hacer funcionar la maquinaria de la estrategia nacional, sectorial o local; cualquiera que esta sea, con su accionar diario en el salón de clases”. UNESCO (1996)

El profesor siempre tendrá oportunidad de tomar decisiones a nivel local, en el interior de su salón de clases. Según Coombs (1996) para iniciar mejoras en cualquier centro de trabajo existen tres niveles de actuación, que a su vez, corresponden a tres niveles de influencia en la capacidad de mejora:

- La que se centra en los eventos que suceden día a día
- La que se centra en procesos
- Y la que se centra en la estructura, que nos permite explicarnos los procesos.

Tenemos tres escenarios posibles en los cuales se puede accionar procurando una mejora continua, de acuerdo con los principios, las metas, la misión y la visión de nuestras instituciones educativas.
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Tenti (2002) señala que el docente pese a que tradicionalmente trabaja en contextos institucionalizados, en el aula goza de un margen variable de autonomía.

“ El profesor es estratégico porque hace, construye y edifica a través de acciones, su esencia esta en la acción. Existen técnicas y modelos de calidad instrumentales, que por sí mismos no marcan la diferencia en el hacer. La diferencia esta en algo que llamamos actitud. “ Coombs (1996)

Es necesario que actuemos, que nos actualicemos y nos preparemos con nuevas estrategias y herramientas para mejorar nuestra práctica, pero lo más importante es tener esa actitud de cambio, de disposición y compromiso para estar en la búsqueda permanente de “ ser mejor “

“ La calidad es un camino hacia el interior, no hacia el exterior de la persona: en consecuencia, lo más importante es la experiencia de la propia persona, sus reflexiones e inquietudes, así como sus convicciones acerca de la necesidad de mejorar” UNESCO (1996).

Así que si realmente queremos calidad educativa, debemos empezar por buscar calidad en nosotros mismos.





CONCLUSIÓN

Definitivamente para combatir las deficiencias de nuestras instituciones educativas, no basta con desearlo, es necesario que actuemos, que nos involucremos y analicemos acerca de nuestro quehacer diario. No podemos perdernos en esta inmensidad de demandas que nos reclama “un ideal” es necesario ubicarnos y rescatar lo que es realmente importante de nuestra práctica docente.

Definir el rumbo de nuestra educación; educar sí, para convivir en la cultura global, pero no debemos perdernos en esa estandarización, es necesario rescatar las individualidades, la independencia y la autonomía de los individuos que le permiten desarrollar mejor sus capacidades.

Buscar nuestra profesionalización, ya que nuestra formación es permanente, así como permanente es el cambio al cual debemos adaptarnos; sin embargo en la búsqueda de la calidad educativa y la creciente profesionalización del maestro mal encausada se puede caer en la intensificación.

Buscar redefinir y organizar nuestro quehacer de manera permanente, rescatando el aquí y ahora de nuestro entorno, buscando accionar en los tres niveles de acción: a nivel de eventos, de procesos y de estructura.
Lograr mejorar la calidad educativa de nuestro país es tarea de todos, no solo del docente; sin embargo no podemos esperar a que las cosas sucedan, debemos buscar esas mejoras al menos en nuestro salón de clases, al menos en nuestra escuela, al menos en nuestra comunidad.

Es una enorme responsabilidad ser docente, tenemos un compromiso con la sociedad; así que empecemos a buscar esa calidad en nosotros mismos. No podemos dar lo que no poseemos.




BIBLIOGRAFÍA

Hargreaves, Andy. (2005) . Intensificación: el trabajo de los profesores ¿mejor o peor? En: Profesorado, cultura y postmodernidad: cambian los tiempos, cambia el profesorado. Madrid: Morata

Gimeno, Sacristán J. (2005). Educar y convivir en la cultura global Madrid: Morata. [pp. 103-150].

Diaz Barriga Frida (2002) . Constructivismo y aprendizajes significativos
México. Editorial Mc Grill

Tedesco, J y Tenti, E. (2000). Formación inicial y perfeccionamiento de los maestros. Documento presentado en la Conferencia Regional O Desempeño dos Profesores en América Latina a Caribe: Novas Prioridades Brasil: BID UNESCO MINISTERIO DA EDUCACAO

UNESCO. ONU. (1997) Foro internacional de innovación y calidad educativa. Instituto de fomento e investigación educativa.

Phillips H. Coombs. (1997) “ visión de la crisis mundial en la educación superior”. Memorias de la Reunión Anual conjunta de ICED/IASEI


María de Ibarrola (1988) Las dimensiones sociales de la educación; México, 2ª. edición. Editorial. El caballito. ( pp. 17-30) (pp. 31-37)






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